¡Atención, mito!
¿Sabíais que las verduras en conserva tienen una menor pérdida de nutrientes que las frescas?
Para justificar esto, tenemos que irnos al proceso de elaboración de las conservas. Os lo explico a continuación:
Como aparece en las imágenes, el procesado de estos alimentos es algo que transcurre en muy poco tiempo desde su recolección. Siendo este hecho el principal responsable del mantenimiento de sus nutrientes.
Además, solo durante la cocción y esterilización, se aprecia una pérdida de vitamina C y algunas del complejo B. Sin embargo, gracias a la adición de ácido ascórbico como antioxidante, la cantidad de vit C no disminuye tanto en comparación con el producto fresco.
Como se puede observar también, muchos son los factores que determinan la pérdida nutricional en vegetales frescos, por lo que si optamos por ellos, lo ideal es tener en cuenta su proximidad, que sean de temporada, técnicas culinarias empleadas, método y condiciones de almacenaje y manipulación.
Dejar de consumir verduras por no disponer de frescas es una muy mala excusa. Hoy en día, gracias a las conservas, podemos disfrutar de variedades incluso fuera de temporada, puesto que nos aportan muchas ventajas: larga vida útil, calidad nutricional y organoléptica intacta, bajo contenido en potasio, fácil digestión, rápida preparación, etc.